viernes, 4 de septiembre de 2015


Tres Vidas y Cuatro Leyes


Romanos  7: 7
“…Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás…”
Romanos 8: 4
“…para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu…”

Si deseamos conocer claramente nuestra vida interior y tener más que victoria sobre el pecado, necesitamos entender a fondo estos principios básicos.

1.1       Hay Tres Clases de Vida que Coexisten en una Misma Persona

A.   Hay tres clases de vidas que coexisten en cada persona nacida de nuevo, estas son

·        La vida humana
·        La vida de Dios
·        La vida del mal

B.   La vida humana la hemos obtenido mediante la creación
       Génesis 2: 7
“…Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente…”

C.   La vida de Dios la hemos obtenido mediante el nuevo nacimiento
       Juan 3: 36
“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él…”
       1ª Juan 5: 12
“…El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida…”

D.   La vida del mal la hemos obtenido mediante la caída
       Romanos 7: 18-20
“…Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.  Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí…”

E.    La palabra pecado se refiere a la vida de Satanás

1.2     Cada Hombre es una Miniatura del Huerto del Edén

A.   En Génesis capítulo uno vemos el siguiente cuadro
·        Dios sopló en la nariz del hombre vida humana creada, esto es la vida humana
·        Dios  puso en medio del huerto el árbol de la vida, esto es la vida divina
·        Dios puso en el huerto el árbol de la ciencia del bien y del mal, esto es la vida satánica

B.   Aquel día en el huerto del Edén, Dios delineó el universo con estas tres vidas
C.   Podríamos decir que el hombre es un verdadero campo de batalla, en donde Dios a través de un gigantesco operativo, pretende recuperar al hombre, para llevar a cabo su plan
D.   Por otro lado Satanás quiere mantener al hombre secuestrado, para perpetrar su deseo maligno
E.    Dios usa su propia vida y Satanás la suya para ganar al hombre

1.3       La Ubicación de estas Tres Vidas

A.   La vida humana que hemos obtenido mediante la creación, se encuentra ubicada en el alma del hombre
Génesis 2: 7
“...Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente...”

B.   La vida de Dios que hemos obtenido mediante el nuevo nacimiento, se encuentra en nuestro espíritu
       1ª Corintios 3: 16      
“…   ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?...”
       1ª Corintios  6: 17
“…Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. …”

C.   La vida de Satanás  la hemos obtenido mediante la caída y fue alojada en el cuerpo del hombre

       Conclusión

Debemos recordar que cada vida tiene una ley de vida o ley innata, que le habilita para hacer lo que es en forma natural, es decir, que cada vida, tiene una ley de vida, que será tan fuerte como la vida que la produce. Digamos entonces, que la vida humana es débil, la vida de Satanás es fuerte, pero la vida de Dios es toda poderosa.

1.4   Las Cuatro Leyes

     Romanos 7: 22-25
“…Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado…”
Romanos 8: 2
“...Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte...”
             
A.    Aquí son mencionadas las cuatro leyes
·        La ley de Dios (ley de Moisés)
·        La ley de mi mente
·        La ley del pecado
·        La del Espíritu de vida


B.         Definición, naturaleza y función de estas cuatro leyes
1.           La ley de Dios o de Moisés contiene los
·        estatutos de Dios escritos en la piedra, fuera del hombre
·        Revela lo que Dios aprueba y desaprueba
·        Nos capacita solo para saber lo que Dios condena y lo que justifica, pero no  nos capacita para realizarlas
·    El no estar bajo esta ley, es la única razón por la cual el pecado no se enseñoreará de nosotros
           Romanos 6: 14
 “…Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la     ley, sino bajo la gracia…”
            Gálatas 3: 13
“…Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)…”

2.           La ley de mi mente
       Romanos 7: 23-25
         “…pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado…”
·        Esta ley nos induce a hacer el bien, y corresponde exactamente a la naturaleza de la ley de Moisés
·        Esta ley crea en nuestra mente el deseo de hacer el bien
     Romanos 7: 25
     “…Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado…”

·        Naturalmente deseamos hacer el bien, honrara a los padres, cuidar los hijos, ayudar a los amigos y a los pobres
·        Esta ley la traemos al nacer
     Romanos 7: 15-19,21
     “…Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí.  Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago…Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí…”

·        En la ley de la mente tenemos solo el deseo de hacer el bien, pero no la habilidad para lograrlo, pues esa habilidad la tenemos en nuestro espíritu
·        Cuando Dios creó al hombre, dijo que era bueno en gran manera
     Génesis 1: 31
“…Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera…”

·        Luego el  hombre cayó, pero no perdió toda esa bondad, algo de esa bondad quedó en él
·        Esta parte de la bondad que el hombre retuvo en la caída, Pablo le llama la ley de la mente

3.     La ley del pecado que está en mis miembros
Romanos 7: 23
“…pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros…”

·        Pecado con mayúscula, significa que ha sido personificado y que es único, es otro nombre para Satanás
·        El pecado nos hace pecar, puede reinar sobre nosotros, tener dominio, esclavizarnos y morar en nosotros
      Romanos 7: 14, 17-21, 23, 25
     “…Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado…De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.  Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí…Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado…”

·        Esta ley se deriva de la vida maligna que está atrincherada en nuestra carne
·        Nos hace pecar, por que es una ley de pecado
·        Esta ley se vale de nuestra carne, como su herramienta de exhibición
·        Cuando la mente quiere hacer el bien, esta ley se levanta para llevarnos cautivos
·        No pecamos por que queremos, sino por causa del pecado que nos cautiva
·        Pablo dice: veo otra ley en mis miembros que se revela o está en guerra
·        La batalla interior es la siguiente, la ley del bien está en mi mente, la ley del pecado está en mis miembros y la ley de vida, está en mi espíritu.

4.           La ley de vida  la desarrollaremos con detalles más adelante, ahora solo diremos, que la vida de Dios, siendo la clase más alta de vida, ha sido impartida en nuestro  espíritu
              Colosenses 3: 4.
“…Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria…”

Su vida trae consigo todo lo innato de Dios, vale decir, que hemos recibido el conocimiento y la habilidad de Dios para vencer el pecado. En la mente, tenemos el deseo de agradar a Dios, pero en nuestro espíritu tenemos la habilidad para lograrlo
·              La gran noticia del evangelio, no es un cambio de vida, sino un intercambio de vida
       Gálatas 2: 20
       “…Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí…”

·              Dios nos dice, dame tu vida que es incapaz y yo te doy la mía, que es todo suficiente
·              El evangelio de Dios, está diseñado para hacer que tu no vivas, sino, que Él viva
·              El mensaje que te hace vivir a ti es nueva era





1.5        Razón Versus Concupiscencias

A.   ¿Qué es la razón? Es el elemento interior que nos impulsa a hacer el bien  y es inherente a nuestra vida humana creada, mientras que la concupiscencia es el pecado que mora en nuestro cuerpo caído
          1ª Corintios 15: 50
         “…Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción...”

B.  Podemos decir que la persona con un intelecto fuerte (razón) tiene más    capacidad de hacer el bien, que una persona dominada por sus pasiones
C.         Podemos decir también, que todo el bien que un hombre natural hace, proviene de su razón intelecto o mente
D.         Mientras que todo el mal que hace un hombre, es producto de la concupiscencia que habita en sus miembros
       Santiago 1: 14-15
       “…sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido…”

          Nota:
         Concupiscencia en griego es Epithunia, significando un intenso deseo de   cualquier tipo

Romanos 6: 12 
“…No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias…”
1ª Juan 2: 15-17
“…No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre…”
Gálatas 5: 16
         “…Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne…”

1.6   Diferencia entre la Vida y el Bien

A. Según la Biblia, la vida y el bien, son dos cosas distintas
B.   La vida Zoe de Dios, es la naturaleza de la vida de Dios
C.   Mientras que el bien es la naturaleza de la vida del Hombre
D.   Esto está ilustrado claramente en los dos árboles del huerto. El árbol del conocimiento está relacionado con cuatro cosas:

·        Conocimiento
·        Bien
·        Mal
·        Muerte

E.    En este árbol no se encuentra la vida, entendiéndose de esta forma que la vida de Dios es independiente y ajena al conocimiento, al bien, al mal y a la muerte.

         Por ejemplo: tu puedes llevarle a un hombre información de lo que es bueno y malo y no llevarle la vida. La vida del creyente no es superación personal, sino crecimiento en vida

F. Existen dos tipos de bien

·        El bien de Dios
·        El bien del hombre

G. El bien de Dios contiene la naturaleza de Dios, por que procede de la vida de Dios

H. El bien del hombre, procede de la vida del hombre y solo contiene comportamiento y no vida divina
     Mateo 12: 35
         “…El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas…”
     Romanos 7: 18-19, 21
         “…Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago…Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí…”
     Romanos 9: 11
         “… (Pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama)…”

A.   Este es el bien que expresamos por nuestras propias vidas
B.   El bien de Dios es algo que no se origina en nosotros, pero que lo expresamos por medio de nuestra vida
     Efesios 2: 10
         “…Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas…”
     2ª Corintios 4: 11
         “…Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal…”

1.7             Dos Guerras Diferentes (La de Romanos 7 y la de Gálatas 5)

            Gálatas 5: 16-18
“…Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley...”

A.   Hay dos niveles de guerra contra el pecado
·        La guerra de Romanos siete que se producen, entre la mente y la carne, la tienen todos los hombres, incluyéndonos nosotros
·        Sin Embargo la Guerra de Gálatas cinco, que se da en el plano de la carne y el espíritu recreado del hombre, es solo para nuevas criaturas y comienza en el preciso momento cuando nacemos de nuevo

B.   La reforma llevada a cabo por el hombre para cambiar al hombre, es diferente a la liberación del hombre llevada a cabo por Dios

C.   He aquí cuatro declaraciones:
1.     La reforma del Hombre toma como materia prima, lo bueno que Dios puso originalmente en el hombre. La liberación realizada por Dios, se produce en el hecho de que Él pone su Espíritu en nosotros, es decir su propia vida
     Gálatas  2: 20.
     “…Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí…”
     Debido a esto, los métodos empleados son absolutamente diferentes, de modo que la reforma del hombre, se lleva a cabo, ejerciendo la fuerza humana, tratando nuestro cuerpo con rigor y subyugando las pasiones, en tanto que, la liberación de Dios, se lleva a cabo, poniendo su Espíritu en nuestro espíritu y lo vivifica
     Jeremías 31: 33
     “…Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo…”
             
           Una obra de renovación comienza a partir de nuestro espíritu renovado

2.     La liberación del hombre efectuada por Dios no hace de nosotros, meramente hombres buenos, sino hombres portadores de su vida, no es un cambio de vida, sino un intercambio de vida, la de El por la nuestra. Es correcto entonces decir que hay solo tres clases de hombres en el universo,
·        Los hombres malos
·        Los hombres buenos
·        Los Dios-hombres
3.     Debemos vivir en Dios. Ya que el tema central de Juan 15, es “permaneced en mí y yo en vosotros” 
     Filipenses 1: 21.
     “…Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia…”

Debe obedecer el sentir interior de esa vida
1ª Juan 2: 27
     …Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él…”

4.     La meta final de esta liberación hecha por Dios en el hombre, es la unidad orgánica de Dios con el hombre, esto es, vivir en comunión con Él y tocarlo con nuestro espíritu, así experimentaremos la vida de Dios de un modo práctico. Si conectamos con el sentir de Dios en nuestro interior, de modo práctico, automáticamente podremos:
·        Ser librados del pecado
·        Hacer las buenas obras que no pudimos hacer antes

·        Cumplir la ley de Dios y expresar en nuestro vivir la vida de Dios

Autor: Ps. Basilio Patiño

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