2.1 Los Gentiles No Teníamos Ningún Pacto con Dios
Gentil, en el idioma hebreo es, Goyim; y en el griego es, Ethne que significa, naciones. Los gentiles, no teníamos pacto antiguo, la pregunta es ¿cómo entonces podríamos tener un pacto nuevo?
Efesios 2: 11-22
“...Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios...”
2.2 La Manera en que Dios nos Introduce al Nuevo Pacto
Gálatas 3: 8
“...Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones...”
A. La palabra prever es: ver con anticipación lo que va a suceder, disponer o preparar medios contra futuras contingencias.
¿Que es lo que previó Dios?
Que había de justificar por la fe a los gentiles
B. Pre-evangelizó a Abraham (evangelio es Buenas Nuevas)
¿Cuál fue el mensaje?
Que en ti, serán benditas todas las naciones
C. Un pacto ratificado. Ratificado significa, aprobar o confirmar actos, palabras o escritos, dándolos por valederos y ciertos. Dios ratificó el nuevo pacto 430 años antes de la ley, por eso nadie la invalida y le añade
Gálatas 3: 15-18
“...Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade. Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo. Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa. Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa; pero Dios la concedió a Abraham mediante la promesa...”
2.3 La Simiente de Abraham
A. Simiente en griego es: Spora o Sperma, significando descendencia.
Gálatas 3: 16
“...Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo...”
Génesis 3: 15
“...Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar...”
B. La simiente de Abraham es, Cristo
Mateo 1: 1
“...Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham...”
C. Nuestra inclusión en el pacto, no está basada en el nacimiento físico, sino en el nuevo nacimiento
Gálatas 3: 14
“...para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu...”
D. Somos hijos engendrados
Juan1: 12-13
“...Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios...”
E. Nos hizo renacer por la resurrección de Cristo de los muertos
1ª Pedro 1: 3, 23
“...Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos... siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre...”
Hebreos 2: 11-13
“...Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos, diciendo: anunciaré a mis hermanos tu nombre, en medio de la congregación te alabaré. y otra vez: yo confiaré en él. Y de nuevo: he aquí, yo y los hijos que Dios me dio...”
B. Ya no somos esclavos
Gálatas 4: 7
“...Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo...”
C. Los de fe somos hijos de Abraham
Gálatas 3: 7
“...sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham...”
H. Somos bendecidos en Abraham
Gálatas 3: 9
“...De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham...”
I. Somos herederos según la promesa
Gálatas 3: 28-29
“...Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa...”
J. Nos beneficiamos del nuevo pacto, no como ciudadanos Israelitas, sino como conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios
Efesios 2: 12, 19
“...En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo... Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios...”
2.4 El Nuevo Pacto no es la Continuación del Viejo Pacto, El Nuevo Pacto es la Continuación de la Promesa Hecha por Dios a Abraham
A. La razón, es por que, solo el pacto de Abraham y el nuevo pacto, fueron establecido sobre una promesa, y por tanto, sobre el fundamento de la fe.
Gálatas 3: 7, 9, 16-17
“...Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham... De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham... Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es, Cristo. Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa...”
“...Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas...”
B. Entre el pacto de Abraham y el nuevo pacto, se halla el pacto sinaítico o la ley, realizado exclusivamente entre Dios y el pueblo de Israel, no teniendo relación alguna con los gentiles
A. La ley o pacto sinaítico, se llama también pacto antiguo.
Hebreos 8: 7, 13
“...Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo... Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer...”
B. La ley no es de fe
Gálatas 3: 12
“...y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas...”
C. El nuevo pacto sucede y supera al pacto de Abraham.
Hebreos 8: 6
“...Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas...”
Hebreos 9: 15
“...Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna...”
Romanos 4: 13-16
“...Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe. Porque si los que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa. Pues la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay trasgresión. Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros...”
Autor.Ps. Basilio Patiño